Según el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-IV), que es el catálogo de criterios de diagnóstico editado por la American Psychiatric Association (APA) una fobia es un marcado y persistente miedo, que es excesivo e irracional y que es causado por la presencia o la anticipación de determinados objetos o situaciones. La exposición a la causa de la fobia puede provocar ansiedad y en los casos extremos, ataques de pánico.
Es decir que alguien con una fobia tiene miedo a una cosa o a una situación determinada y este miedo puede presentarse ante la anticipación de dicha situación. Las fobias pueden ser de formas muy variadas y dirigidas a cosas o conceptos muy específicos. Basta poner en el buscador la palabra “fobias” para que obtener una enorme cantidad de listas en la que encontramos desde las fobias mas conocidas, como la “acrofobia”, que es el miedo a las alturas hasta casos rarísimos como la “araquibutirofobia”, el miedo a que una sustancia pegajosa (como la mantequilla de cacahuate) se pegue en el paladar o la “partenofobia” que es el miedo a las muchachas vírgenes o púberes.
Dentro de estos catálogos podemos encontrar la “decidofobia” que es el miedo de tomar decisiones importantes. Si una persona sufre por el hecho de tomar decisiones, e incluso, se siente ansioso por la simple perspectiva de que tal vez tendrá que tomar una decisión, podría considerarse de que tiene una fobia por estas.
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