La Nueva Francia fue el nombre que se les dio a los territorios colonizados por Francia en América del Norte que incluían a lo que hoy conocemos como las provincias canadienses de Quebec, Manitoba y Ontario junto con las provincias Atlánticas; los estados de Estados Unidos alrededor de los grandes lagos y en las márgenes del Misisipi hasta el golfo de México.
Estaba dividida en cinco provincias: Acadia, Bahía de Hudson, Terranova, Louisiana y Canadá. En esta última estaba su capital, la ciudad de Quebec.
La Nueva Francia "nació" con las primeras exploraciones francesas durante el siglo XVI en el río San Lorenzo y su desintegración se dio en 1763 cuando sus territorios fueron divididos entre España y la Gran Bretaña por el tratado de París.
Mientras los territorios del norte nunca fueron recuperados, Louisiana regresó a manos francesas en 1800 solo para ser vendida por Napoleón en 1803 a Estados Unidos.
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